Noviembre: Celebrando la calma y los placeres otoñales

¡Hola, hermanas del Círculo!

Noviembre es ese mes peculiar que cae entre la vibrante spooky season de octubre y la magia navideña que comienza a asomar en diciembre. A menudo olvidado y considerado un mes de transición, noviembre tiene una energía propia que, si sabes apreciarla, puede convertirse en una de las épocas más acogedoras del año.

Las hojas de los árboles siguen cayendo, el frío se intensifica y los días grises y lluviosos nos invitan a un ritmo más pausado. Así que, ¿cómo sacarle partido a este mes de "calma antes de la tormenta"? A continuación, te doy algunas ideas para disfrutar de noviembre de una manera especial, porque este mes también tiene su magia.

1. Películas clásicas y nostalgia otoñal

Noviembre tiene algo que me conecta con la nostalgia, tal vez sea la transición entre la luz del otoño y las sombras del invierno. Una excelente forma de disfrutarlo es refugiarse en viejas películas clásicas. Hay algo reconfortante y mágico en las películas en blanco y negro, como Casablanca, Rebecca, El bazar de las sorpresas o Crimen perfecto. La falta de colores vibrantes se siente casi como un abrazo que complementa el gris del cielo, y sus historias atemporales nos transportan a épocas aparentemente más simples y reconfortantes.

Encender unas velas que te recuerden a los olores típicos de esta época—canela, naranja, pino o vainilla—puede crear un ambiente perfecto para disfrutar de esas tardes tranquilas en el sofá, con una manta y una bebida caliente. Las velas pueden ser como pequeñas máquinas del tiempo que, con su aroma, nos llevan a momentos que guardamos con cariño.

¿Tienes alguna película clásica que siempre te acompaña y no te cansas de ver? Déjame tus sugerencias en los comentarios y, entre todas, podemos hacer una lista colaborativa.

2. Lecturas cozy y misterios intrigantes

Noviembre también es el mes ideal para entregarse a lecturas reconfortantes que, aunque puedan ser misteriosas o llenas de suspense, nos ofrezcan un final satisfactorio. Es un mes para leer con calma, sin prisas, saboreando cada página como lo harías con una taza de chocolate calentito.

A mí me reconfortan las historias que sé que terminan bien. Aquí es donde los cozy mysteries o los murder mysteries de autoras como Agatha Christie toman protagonismo. Historias como Diez negritos o El asesinato de Roger Ackroyd son perfectas para envolvernos en la intriga mientras el frío arrecia afuera.

También puede ser un buen momento para adentrarse en la literatura victoriana. ¿Qué mejor compañía para una tarde lluviosa que Cumbres borrascosas de Emily Brontë? Esta novela, con su atmósfera de desolación y paisajes salvajes, encaja a la perfección con la melancolía de noviembre.

Si te gustan este tipo de lecturas, no te pierdas mi próximo artículo sobre recomendaciones de libros para esta época del año.

3. Camina entre la niebla y las hojas caídas

Aunque el frío esté más presente, noviembre es un mes precioso para disfrutar de la naturaleza. Las tardes después del trabajo pueden convertirse en el momento perfecto para salir a dar un paseíto, sentir el aire fresco en la cara y observar cómo el paisaje ha cambiado ya por completo.

El suelo está cubierto por un manto de hojas que crujen bajo tus pies, y la niebla, si tienes suerte de encontrarla, añade un toque casi mágico al entorno. No importa si llueve, una caminata con un buen abrigo y botas impermeables puede ser una de las formas más sencillas y satisfactorias de conectar con la naturaleza en esta época.

4. Tiempo de calma y gratitud

Noviembre es también el mes perfecto para seguir ralentizando el ritmo de cara al invierno. El frenesí navideño está a la vuelta de la esquina, pero este mes nos invita a tomarnos las cosas con calma. Es el momento ideal para pasar un día entero en pijama, disfrutando de una taza de té o café mientras te sumerges en un buen libro.

En Estados Unidos, noviembre es el mes de Thanksgiving, una festividad que pone el foco en la gratitud y la reunión familiar. Aunque esta celebración no sea parte de nuestras tradiciones, es un buen recordatorio de la importancia de agradecer lo que tenemos y disfrutar del presente antes de que la agitación navideña nos consuma.

Si eres de las que ya empezaste un diario de gratitud al inicio del otoño, este es un excelente momento para seguir con él. Escribir de vez en cuando unas palabras de agradecimiento sobre lo que te reconforta o te hace feliz, puede ser una herramienta valiosa para combatir el desánimo que traen los días cortos y oscuros.

5. Repostería y olores que reconfortan

Por supuesto, el aroma a repostería casera es un básico en noviembre. Los días fríos y lluviosos son perfectos para hornear un brownie jugoso, un pastel de manzana o un bizcocho de mandarina, utilizando ingredientes de temporada que están en su mejor momento. El olor de la masa cocinándose en el horno mientras llueve fuera es el equivalente gastronómico de un abrazo muy  largo, y es un excelente motivo para disfrutar en casa de un pedazo de confort otoñal.

Conclusión

Noviembre es mucho más que un mes de transición. Es el momento perfecto para reconectar con la tranquilidad, con nosotras mismas y con la naturaleza que lentamente se va preparando para el invierno. Aprovecha estas semanas para disfrutar de los pequeños placeres, como una buena película clásica, un libro reconfortante, una caminata bajo la lluvia o una tarde horneando. Aunque pueda parecer un mes intermedio, noviembre tiene su propio encanto, y es en la calma de este tiempo cuando podemos encontrar un espacio perfecto para disfrutar de la sencillez.

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