¡Sobrevivimos, hermanas! Hasta nunca, 2024

¡Hola, hermanas del círculo!

Esto se está acabando: 2024 llega a su fin, y puede que la llegada de un nuevo año esté llena de expectativas (o no). Pero, antes de dejarnos llevar por la presión de “empezar desde cero” y de tener que cumplir con 1.000 propósitos, me parece que necesito parar un poco a pensar y darme permiso para pasar por todo este proceso sin estrés. 

Lo cierto es que 2024 ha sido un año complicado. Y no hablo solo de los pequeños problemillas cotidianos. Me refiero a situaciones laborales que me me han puesto a prueba, problemas económicos y dificultades domésticas interminables de persona adulta. Ahora que miro hacia el 2025, aún con mucha incertidumbre, siento la necesidad de cerrar este capítulo de 2024 y empezar uno nuevo que ojalá sea mejor. Si tú también has tenido un año de esos “turbulentos”, esto puede ser para ti.

Espero que este 2025 puede ser una oportunidad para empezar el ciclo con más calma, sin exigencias exageradas, sin autoexplotación ni autoexigencias. Así que, si te sientes con ánimo, te comparto unos rituales que creo que pueden ayudar a conectar con lo que realmente importa: disfrutar de nuestro propio ritmo, sin prisas.



1. Revive lo mejor de tu año con un álbum especial

Uno de los rituales más sencillos y chulos para iniciar el nuevo año con buen pie es mirar atrás y valorar lo vivido, enfocándonos en los momentitos que sí hemos disfrutado.

Es posible que haga una selección de las fotos que he hecho durante el año. No elegiría las fotos más perfectas o bonitas, sino aquellas en las que sé que estaba feliz: fotos de vacaciones, de algún viajecito, de una comida rica, de un paseo por el bosque.... La idea es hacer un álbum (en mi caso, digital) y dejar que esos recuerdos me inspiren y me hagan sentir bien otra vez.

Espero que esto me ayude a reflexionar sobre lo vivido y a recordar que, aunque 2024 haya sido un mal año, también ha tenido sus momentos buenos. Además, cuando me enfrente al nuevo año, mirar este álbum me recordará que siempre hay algo por lo que agradecer y que algunas cosas siguen teniendo valor. Y que he sobrevivido, a pesar de todo, que no es poco, amigas.


2. Revisa tus propósitos de 2024 (si los hiciste, claro)

Es posible que el 2024 comenzara con una lista de propósitos. Quizá no los escribiste, pero igual algo tenías en la cabeza. Nadie los cumplimos, eso es así. A mí me hace gracia recordar esa lista que escribí a principios de año llena de optimismo e ingenuidad (siempre me pongo un poco ñoña en esos momentos). Todos los años miro la lista que hice en enero y pienso: "Hija mía, no sabías lo que te esperaba"...

Bueno, no me flagelo por lo que no he conseguido y lo que pretendo es sobre todo celebrar mis avances, aunque sean muy pequeñitos. Este año quiero volver a revisar los objetivos que escribí en enero, sin juzgarme, reconociendo lo que he conseguido. Si tu propósito era hacer yoga todas las mañanas y solo lograste hacerlo una vez al mes, ¡pues bravo por esa vez! Si sobreviviste a todos los dramas laborales y familiares (que también cuentan como un gran logro), ¡felicidades! Si sólo lloraste dos días en la oficina en vez de una vez al mes, ¡ánimo, lo estás intentando!

Haz una lista de las palabras que mejor definan tu 2024. En lugar de pensar en lo que no lograste, hazlo en lo que sí conseguiste: “resiliencia”, “supervivencia”, “autocuidado”, “autocontrol”, "aguante", "paciencia"... lo que sea. No te agobies porque la perfección no existe y las pequeñas victorias también importan. Este ejercicio creo que me ayudará a empezar el 2025 con la sensación de que, aunque no todo fue bien, siempre hay algo de lo que estar orgullosa.



3. Si te apetece, haz una nueva lista de objetivos (sin presionarte)

Si te sientes con ánimos para hacer una nueva lista de objetivos para 2025, ¡genial! Pero, ojo, no creo que estemos aquí para hacer una lista kilométrica de tareas que, al final, solo nos generan estrés. En lugar de eso, quizá sea mejor centrase en algo que sea realista, bonito y que de verdad me haga ilusión hacer. Una fórmula sencilla para esta lista podría ser:

  • Quiero continuar... Cosas que ya disfruto y quiero seguir haciendo, como cuidar mi salud, practicar meditación, leer...
  • Haré menos... Cosas que no aportan mucho, como perder tiempo en redes sociales o sobrecargarme con compromisos, hacer demasiadas horas extras...
  • Mis prioridades serán... Voy a elegir un par de cosas que realmente me importan: un proyecto personal, más tiempo para mí misma, cuidar mi salud mental, decir "no" a ciertas cosas... Aún no lo tengo claro, pensaré en ello.

Para mí lo más importante es que estos objetivos sean alcanzables, y no se trata de convertirnos en personas perfectas que cumplen objetivos como si fuéramos una empresa. Se trata de ser más felices, tener más calma, vivir la vida desde el placer, y más conectada con lo que realmente me importa. Si te apetece, escríbelo en un cuaderno bonito o ponlo donde puedas verlo cada día como un recordatorio de lo que sí quieres para tu vida en 2025. Y si no te apetece hacer una lista de objetivos, está muy bien. Y si quieres hacer una y luego tirarla a tomar por culo, también.

4. Crea tu visionboard para visualizar tu 2025

Si eres de las que disfrutan de actividades creativas, este puede ser tu rollo. Hacerme un visionboard en Pinterest me ha ayudado en algunas ocasiones a visualizar cómo quiero que sea mi año, cómo me gustaría que fueran las cosas (aunque luego casi nunca sean así). Mi objetivo es llenar este espacio visual con todo lo que deseo para 2025, no tanto cosas concretas, sino imágenes que me devuelvan sensaciones que quiero experimentar durante el año.

No importa si no lo tengo todo claro, lo interesante es crear un espacio donde pueda poner en imágenes lo que me gustaría lograr, experimentar o sentir el próximo año. Espero que sea un acto simbólico de afirmación que me conecte con mis deseos y me dé esperanza. Y es bonito.



Cerrando el ciclo 

Al final del día, estos rituales de año nuevo no tienen que ser algo que nos agobie o nos haga sentir que tenemos que ser máquinas perfectas. Lo que realmente importa es que, con cada ritual, nos acerquemos a la vida que realmente queremos, sin prisas y sin presiones. A ver, hacemos lo que podemos, amiga. Y si no te apetece hacer nada, porque lo único que deseas es dejar atrás malos momentos, está muy bien. A veces eso es lo que necesitamos.

Así que, si tú también estás cansada de esa presión de tener que empezar una “nueva tú”... no escuches esa mierda. Empecemos el año con calma, y, sobre todo, con la certeza de que lo importante es ir viendo cómo van las cosas, disfrutar de lo vivido en la medida de lo posible y ser agradecida con lo que hemos logrado en 2024, por insignificante que pueda parecer. No todo tienen que ser aprendizajes y salir de la zona de confort. De hecho, creo sinceramente en que para aprender no hace falta sufrir, y que en la zona de confort se está estupendamente. Haber llegado hasta aquí es la caña teniendo en cuenta la que está cayendo. Un abrazo enorme a quienes lo estáis pasando mal estas fechas. No estás solas.... Espero que el año nuevo sea mejor. 

Comentarios