La llegada del otoño: cómo cuidarse cuando la luz se apaga 🍂

¡Hola, hermanas del Círculo!

El otoño llega con paisajes preciosos, hojas doradas y tardes de manta y té, pero también trae consigo algo menos encantador: menos luz, más cansancio y, muchas veces, un bajón en el ánimo. Aunque lo ideal sería cuidarnos todo el año, el autocuidado en otoño me parece especialmente importante para no caer en la apatía típica durante esta estación.

En esta entrada te cuento, de forma sencilla y sin chorradas, qué cambios provoca el otoño en nuestro cuerpo y cerebro, y te propongo algunas rutinas realistas que cualquiera puede poner en práctica sin gastar dinero.

Los efectos del otoño en el cerebro y el estado de ánimo

La bajada de horas de luz solar afecta más de lo que pensamos. No es solo una sensación: tiene una base biológica y psicológica clara.

☀️ Menos serotonina. La serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, se produce en mayor cantidad cuando nos exponemos al sol. Con los días más cortos, sus niveles bajan y eso puede generar tristeza, apatía o cambios de humor no deseables.

🌙 Más melatonina. Al oscurecer antes, el cuerpo produce más melatonina, la hormona que regula el sueño. Eso nos hace sentir más somnolencia y cansancio, aunque hayamos dormido lo suficiente.

Alteración del ritmo circadiano. El reloj interno que regula nuestro ciclo sueño-vigilia se desajusta con el cambio de luz, lo que puede afectar tanto al descanso como a la energía diaria.

🧠 Riesgo de bajón anímico. En casos más intensos hay estudios que hablan de lo que se conoce como trastorno afectivo estacional (TAE), una especie de "depresión" leve relacionada con la falta de luz natural en otoño e invierno. Este término todavía produce dudas a nivel científico y no está enteramente probado que realmente se trate de un trastorno. Lo que sí está comprobado de forma definitiva es que existe un vinculo entre la disminución de la luz y el frío y la experiencia de algunas personas con trastornos del estado de ánimo.

Todo esto nos recuerda por qué es clave priorizar cuidarnos a nosotras mismas en otoño para mantener el equilibrio físico y mental sin forzarnos a rendir como si nada hubiera cambiado.

Formas realistas de cuidarnos en otoño

El autocuidado no es comprarse velas carísimas, ni apuntarse a diez talleres de yoga, ni gastarse medio sueldo en cremas y aceites esenciales. Aunque si eso es lo que te apetece y te lo puedes permitir, ¿quién soy yo para juzgar?

Pero en realidad, yo lo que propongo es mucho más sencillo: escuchar el cuerpo, respetar el descanso y poner límites al trabajo y al consumo. Aquí algunas rutinas fáciles, baratas y válidas para cualquier bolsillo:

🌞 Sal a la calle. Dar un paseo de día, aunque sean 15 minutos, aunque ya no haya sol y el cielo esté siempre nublado, ayuda a regular el estado de ánimo y la energía. No necesitas ni ropa técnica: lo importante es exponerte a la luz natural.

🛌 Descansa sin culpa. El cuerpo pide más sueño en otoño. Permítete siestas, tardes tranquilas o bajar el ritmo. No somos máquinas y no tenemos por qué rendir al 200% todo el tiempo.

🍲 Come de temporada. Cuidarse no es comer superalimentos importados. Con calabazas, castañas, manzanas y legumbres tenemos platos nutritivos, económicos y que además conectan con el ciclo natural de la estación.

💼 Trabaja lo justo. Uno de los autocuidados más potentes es ajustar tu esfuerzo al salario recibido. Si te pagan para sobrevivir, no tienes que entregar tu vida entera a la empresa. Poner límites es salud. Protégete.

🤝 Cuida los vínculos. El aislamiento empeora el ánimo. Quedar con alguien para un café, cocinar juntas, pasear o simplemente hablar por teléfono es un autocuidado colectivo que puede reconfortar más que cualquier spa. Las amigas nos cuidan.

Conclusión: cuidarse en otoño no es un lujo, es una necesidad

El autocuidado en otoño no se trata de gastar dinero ni de seguir rutinas imposibles, sino de atender lo que el cuerpo y la mente realmente necesitan: descanso, luz natural, comida sencilla, compañía y menos exigencia laboral.

Así que ya sabes: escucha tu ritmo, baja expectativas y abraza estos meses como una oportunidad para cuidarte de manera más consciente y realista.

🍁 Ahora cuéntame: ¿cómo te cuidas tú en otoño? ¿Tienes alguna rutina o truco que te ayude a llevar mejor estos meses de menos luz? ¡Te leo en los comentarios!

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