Películas para un verano eterno: Clásicos del cine antes del 2000

¡Hola, hermanas del Círculo! ☀️🍉

Hay al menos dos tipos de personas en verano: quienes se derriten como un helado en el asfalto y no pueden ni con su alma… y quienes se sienten protagonistas de una peli romántica con paseos al atardecer. Yo disfruto claramente del verano, mi estación favorita del año. Y como leer es maravilloso, pero a veces apetece más darle al play que pasar página, hoy os traigo una lista de 8 películas para disfrutar en verano, con todo tipo de sabores: aventura, romance, crimen, comedia… y mucha, mucha atmósfera estacional. Empecemos por los clásicos y hasta el 2000.

Vamos allá:

Vacaciones en Roma (1953)

Audrey Hepburn haciendo de princesa que se escapa y Gregory Peck como periodista encantador. Roma, Vespa y amor en blanco y negro. Celebremos el amor. El amor heterosexual.

Por qué verlaPorque es puro encanto, humor y elegancia. Y porque un verano sin Audrey es un verano incompleto.

Momento idealUna tarde de calor suave, con helado en mano y ganas de enamorarte de todo (otra vez).

Muerte en el Nilo (1978)

Un crucero por el Nilo, joyas, sombreros elegantes, gentes sudorosas, y un asesinato (¿o más de uno?). Hercule Poirot investiga en una ambientación tan glamurosa como históricamente incómoda. 

Por qué verlaPorque Agatha Christie siempre es un sí, y esta versión clásica tiene más glamour que una gala en El Cairo. Puro placer estival.

Momento idealUn domingo de mucho calor, con té helado y la ilusión de tener aire acondicionado como en un salón de té inglés.

Los Goonies (1985)

Un grupo de chavales y chavalas, un mapa del tesoro y muchas trampas mortales. Clásico de aventuras con olor a gominola derretida y amistad verdadera.

Por qué verlaPorque si no la has visto, tu infancia fue un poco más triste. Y si ya la viste, sabes que siempre apetece volver a hacer el truffle shuffle.

Momento idealUna tarde tonta en la que necesitas desconectar del mundo adulto y volver a creer en la magia de los veranos sin móviles.


Cuenta conmigo (1986)

Un grupo de amigos, una vía de tren y una aventura inolvidable que cambiará sus vidas para siempre. Basada en un relato de Stephen King, pero sin sustos (lo más aterrador es la adolescencia).

Por qué verlaPorque captura la esencia de la amistad infantil y ese verano que todas recordamos con una mezcla de ternura, vergüenza y nostalgia.

Momento idealUna tarde sin prisas, con ganas de reconectar con tu yo de 13 años y dejarte llevar por el storytelling ochentero.

Dirty Dancing (1987)

Una adolescente en un resort de verano, un profesor de baile, un alegato por el aborto seguro disfrazado de comedia romántica y el mítico “nadie deja a Baby en un rincón”. Clásico que no falla. 

Por qué verlaPorque el verano necesita al menos un momento de coreografía épica, rebeldía, romance veraniego y celebración del amor. Del amor heterosexual.

Momento idealUna noche con amigas o con tu novia, con ventilador en modo turbo, palomitas y muchas ganas de cantar The time of my life.

Le llaman Bodhi (1991)

Surf, adrenalina y atracos. Keanu Reeves como poli infiltrado y Patrick Swayze como surfero zen con ideas… intensas. Una dirección brillante por parte de Kathryn Bigelow.

Por qué verlaPorque es cine de acción noventero del bueno, con olas enormes, frases míticas y una energía que dan ganas de apuntarse a surf (o atracar bancos… tú verás).

Momento idealUna noche con amigas, cerveza fría y ganas de gritar “¡Viva Bodhi!” sin contexto.

Antes del amanecer (1995)

Un encuentro casual en un tren y una noche mágica en Viena. Dos desconocidos, una ciudad preciosa, inocencia y conversaciones que te reconcilian con la humanidad.

Por qué verlaPorque es puro romanticismo sin azúcar añadido, con diálogos brillantes y esa sensación de que en verano todo es posible. 

Momento idealUna noche templada, con las luces bajas y una copa de vino (o tinto de verano) en la mano.

El talento de Mr. Ripley (1999)

Sol, veleros, jazz, crímenes y una ambientación italiana que quita el hipo. Jude Law brilla, Matt Damon da mal rollo, Gwyneth Paltrow se cosca de todo y todo es hermoso e inquietante.

Por qué verlaPorque es elegante, turbia y veraniega a partes iguales. Y porque si tú tampoco sabes si quieres estar en la Toscana o huir de alguien con una identidad falsa, aquí tienes ambas cosas.

Momento ideal: Un domingo por la mañana, con el café en la mano y un abanico cerca (el suspense también da calor).

Y ahora, tú

Espero que esta lista te inspire a crear tu propio festival de cine estival en casa. Puedes organizarte una semana temática, ver una al día con amigas, o simplemente dejarlas guardadas para cuando necesites un soplo de aire caliente (pero bonito).

💬 Cuéntame en comentarios: ¿Tienes una película que te devuelve al verano aunque estés en febrero? ¿Eres de ver thrillers en chanclas o prefieres animación con sandía? 

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Nos leemos pronto, hermanas. ¡Feliz cine de verano! 🎬🌞


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