Halloween en Euskadi: la historia de Gau Beltza, la noche vasca de las ánimas 🕯️

¡Hola, hermanas del Círculo!

Como comentaba en la anterior entrada, Halloween no es un invento de Hollywood, ni una fiesta que Disney nos coló junto a las palomitas con mantequilla. La raíz de Halloween es celta, europea, vieja como la lluvia de otoño, y sí, también se celebraba aquí, en Euskadi, siglos antes de que Michael Myers cogiera el cuchillo. 

Lo que pasa es que la historia se olvida, las costumbres cambian, y de repente parece que todo lo que viene con brujas y fantasmas nos lo exportan los yanquis. Pues no. Aquí también tuvimos nuestra propia versión: el Samaín, en Galicia, y Gau Beltza (noche negra) o Arimen Gaua (la noche de las ánimas) en Euskadi. 

Así que vamos a dejar de repetir clichés y vamos a recuperar nuestras tradiciones, que ya va siendo hora.

Gau Beltza, la versión vasca de Halloween en Euskadi
Imagen: Blog de Euskaltel sobre Gau Beltza

Halloween, Samhain y el origen celta de la fiesta

Antes de hablar de Euskadi, un poco de contexto para recordar. Halloween viene del antiguo Samhain, la fiesta celta que marcaba el final de la cosecha y el inicio del invierno. Se celebraba la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre ya en el siglo XIII a.C. en Irlanda, cuando se creía que la frontera entre el mundo de los vivos y el de los muertos se hacía más fina que el papel de fumar.

Pensaban que esa noche se abría la puerta que separaba ambos mundos, así que los fantasmas de los difuntos vagaban libremente por la tierra. Y, tanto para evitar encuentros indeseados como para mostrar el camino de vuelta a las almas de los muertos, iluminaban los pueblos y casas colocando carbón encendido dentro de nabos, a modo de linterna.

El cristianismo intentó borrar esas raíces paganas inventando Todos los Santos, pero ya sabemos cómo funciona esto: en lugar de desaparecer, las tradiciones se transformaron. Y mientras Samhain mutaba en Halloween, en Euskadi surgía una versión propia, adaptada a nuestra tierra, nuestra lengua y nuestras leyendas: Gau Beltza

Gau Beltza o Arimen Gaua: lo nuestro de toda la vida

Aquí, mucho antes de que niñas y niños americanos fueran de puerta en puerta diciendo “trick or treat”, la chavalería vasca ya recorría los caseríos pidiendo algo para comer en nombre de las ánimas. Y si no les daban nada… bueno, no lanzaban huevos, pero la superstición aseguraba que las almas podían enfadarse. 

Se cree que esta fiesta llegó a Euskadi de la mano de pueblos celtas que se establecieron en la zona de Araba y Nafarroa, y después se desplazaron a los castros ubicados en las zonas altas de Gipuzkoa y Bizkaia.

A diferencia de Halloween, en la que la creencia principal es que los espíritus caminaban por la tierra mientras viajaban al más allá, con Gau Beltza las y los jornaleros también conmemoraban el fin de la cosecha dando la bienvenida así al invierno.

En algunos pueblos, la chiquillada llevaba nabos vaciados con velas dentro, tal y como se hace hoy en Halloween con las calabazas. Sí, sí: la calabaza con cara tallada no es made in USA, aquí también se hacía. Se colocaban en las entradas de las casas para guiar a los espíritus, o para ahuyentar lo maligno, exactamente igual que se hacía siglos atrás. Además, era costumbre dejar comida en la mesa o velas encendidas para que las almas de los difuntos encontraran el camino de regreso. 

En las calles era común hacer hogueras para espantar a los espíritus malignos y atraer a los buenos. También las familias se juntaban para comer productos autóctonos y típicos propios de estas fechas tales como castañas, nabos y las propias calabazas.

Toda la estética tétrica y misteriosa estaba ya aquí: la noche oscura, el contacto con los muertos, las calabazas, los niños cantando y pidiendo algo de casa en casa… Halloween, a la vasca.

¿Por qué se perdió esta tradición?

Gau Beltza se celebró hasta mediados del siglo XX en el ámbito rural (más o menos hasta la década de los 60), pero esta fiesta popular empezó a perder reconocimiento poco a poco. Entre la influencia de la Iglesia, que presionaba para encaminarlo todo hacia el Día de Todos los Santos, la llegada de la festividad estadounidense y la modernización de la vida rural, muchas costumbres se fueron diluyendo.

Además, con la dictadura franquista y la represión cultural, tradiciones ligadas al euskera y al mundo rural quedaron arrinconadas. Lo “moderno” era otra cosa: las películas americanas, los cementerios de flores de plástico… y mientras tanto, Gau Beltza cayó en el olvido.

El renacer de Gau Beltza en Euskadi

Pero las tradiciones nunca mueren del todo. Y en los últimos años, cada vez más pueblos de Euskadi están recuperando Gau Beltza. Asociaciones culturales, ayuntamientos, colegios y cuadrillas han empezado a reivindicar la fiesta como algo nuestro, con su propia personalidad, con actividades y programaciones especiales que abarcan toda la jornada de la víspera del Día de Todos los Santos. 

El 31 de octubre, en muchos municipios vascos se pueden ver desfiles con niñas y niños disfrazados (de esqueletos, brujas o personajes de la mitología vasca), calabazas talladas con velas, chocolatadas populares, canciones tradicionales y también el recorrido de casa en casa pidiendo golosinas o castañas. Me alegra mucho que el ayuntamiento del municipio donde vivo sea uno de ellos.

Y esto no es una copia de Halloween, sino un diálogo: recuperar Gau Beltza no significa renunciar a disfrazarte como Morticia Addams, sino celebrar que aquí también tenemos raíces y que Halloween conecta con nuestra propia historia.

Cómo celebrar Gau Beltza (o un Halloween en Euskadi)

Llegamos a lo práctico. Si quieres sumarte a esta recuperación y dejar de escuchar el rollo de “americanada”, aquí van algunas ideas para celebrar Gau Beltza con espíritu (nunca mejor dicho):

  • Calabazas con txapela. Talla tu calabaza o nabo y coloca una vela, como hacían las amamas vascas.

  • Canta a las ánimas. Recupera canciones o rimas tradicionales, o inventa unas nuevas para la ocasión.

  • Comida con alma. Haz una cena otoñal con productos de temporada: castañas, calabaza, manzanas, txakoli...

  • Cuenta leyendas vascas. Historias de brujas de Zugarramurdi, de almas en pena o de seres mitológicos como el Basajaun o las Lamias. Investiga sobre nuestra diosa Mari, la dama de Anboto. Esto también va de contar historias que te ponen los pelos de punta.

  • Participa en tu pueblo. Si en tu municipio hay actividades, súmate. Cada vez más localidades organizan Gau Beltza o fiestas paganas tradicionales con desfiles, conciertos o talleres.

Halloween + Gau Beltza: un mismo espíritu

La cuestión no es elegir entre Halloween o Gau Beltza, sino entender que ambos beben de la misma fuente: la conexión con los ciclos naturales, el respeto a los muertos y la celebración de la vida en comunidad.

Reivindicar nuestra tradición no significa cerrarse al mundo, sino recordarle a todo el mundo que el 31 de octubre la oscuridad es universal.

Halloween, Gau Beltza, Samhain… da igual el nombre que usemos, porque todas estas fiestas comparten la misma esencia: celebrar la noche en la que las almas regresan y nosotras nos reunimos, con fuego, historias y disfraces, para acompañarlas.

Aquí, en Euskadi, esa tradición existió, se perdió y ahora vuelve con fuerza. Y es un motivo de orgullo. Así que este año, cuando enciendas tus velas el 31 de octubre, hazlo sabiendo que estás conectando con algo mucho más antiguo que una película de terror: estás recuperando un pedazo de nuestra memoria colectiva.


Si te ha gustado esta entrada, puedes echarle un vistazo a las anteriores entregas del Especial Halloween en el Círculo de Estaciones.



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